Como todos sabemos, el principal riesgo proviene de la inflamabilidad de las materias primas y de los productos acabados en el ramo del tisú es el fuego. Sobre la base de ocurrencia, el riesgo de explosiones de polvo es sin duda menos relevante.
Alessandro Mazzeranghi
Si consideramos la cuestión bajo el aspecto de daño en potencial, el nivel de peligrosidad es inverso. Sin duda que un proyecto/una buena ejecución de los sistemas y procedimientos de combate contra incendios es una medida de seguridad para la contención de daños a personales y objetos, pero para contener una explosión ocasional, las medidas eficientes son pocas y muy dispersas. Por lo tanto, la regla es evitar que las explosiones se produzcan.
CLASIFICACIÓN DE ÁREAS Y EVALUACIÓN CONSECUENTE DEL RIESGO DE EXPLOSIÓN. Personalmente, estoy convencido de que, muchas veces, al considerar el riesgo de explosión de polvo, basamos nuestro raciocinio en un fundamento de algo incierto, es decir, la clasificación de las “áreas de riesgo de explosión” que obedece a la Directiva 94/9/CE y las normas técnicas pertinentes. Ahora, con relación a los gases, la clasificación es una práctica rigurosa con base en fenómenos claros y que se repiten (por ejemplo, el caso del metano cuando fuga por una junta defectuosa y se propaga a su alrededor y al espacio hasta diluirse, pues eso no provoca una explosión, debido a la falta de combustible); pero, en el caso de polvo, el concepto de clasificación puede ser, como hemos dicho, algo incierto.
CONSIDERANDO QUE EL POLVO INFLAMABLE TIENE UN TAMAÑO DE PARTÍCULA MUY FINO (polvo producido por la máquina de papel), podemos preguntarnos si ese polvo, de la cual analizamos una muestra – (es realmente explosivo en potencia) y si nuestro proceso de producción puede generar una concentración mayor que el límite inferior de explosión (para nubes de polvo). Probablemente, la respuesta sería: sí, el polvo es potencialmente explosivo; No, la nube de polvo no presenta suficiente polvo para hacer una explosión. ¡Claro! Porque consideramos que el ciclo de producción que produce una cantidad limitada de polvo por unidad de tiempo y por metro cúbico de aire. Por lo tanto, nosotros descubriremos que cualquier problema que pueda suceder en los dispositivos de succión, pero, sobre todo, en los filtros. Y ciertamente sabemos ¿cómo dejarlos seguros?.
NATURALMENTE, NOS SENTIMOS CONSOLADOS POR ESTE ESTUDIO; un especialista viene y examina nuestra planta y nos dice que el riesgo de explosión se limita a algunos elementos situados fuera de las estructuras de la fábrica, donde hay pocas personas y que en cualquier caso, esos elementos (el filtro que mencionamos) pueden ser muy seguros rápidamente. Pero ¿estamos realmente tan seguros? Surgen algunas preguntas importantes:
• La primera es banal: ¿si cambiamos las materias primas y productos? ¿Las mismas consideraciones siguen siendo válidas? Obviamente, algunos papeles tisú producen más polvo que otros cuando son convertidos, probablemente con tamaño de partículas más pequeños. Pero, si introducimos en nuestro ciclo de producción, las condiciones del proceso va variar a punto de modificar la clasificación.
• La segunda cuestión: estamos seguros que no hay otras situaciones, ¿qué pueden generar nubes de polvo peligrosos? Pueden existir acumulaciones de polvo en algún lugar, formados durante el tiempo que son retirados de forma inadecuada y que pueden generar una atmósfera explosiva.
• Y también: ¿Hasta qué punto los filtros son realmente seguros? En teoría, ellos son, pero basta, que durante un proceso de mantenimiento, cuando el piso es extraído y no es instalado, estos pueden convertirse en bombas en potencial. Y si alguien se siente seguro con el hecho de que se eso ocurre fuera de las instalaciones, es bueno recordar que, en muchos casos, que el polvo retorna para adentro a través de las mangueras de succión. Otro fenómeno que no debe subestimarse es la explosión “secundaria”. Por ejemplo, la explosión dentro de un filtro, además del efecto destructivo directo, también provoca un movimiento de aire muy fuerte que puede levantar cualquier polvo presente en el ambiente, debido al efecto de la energía disponible después de la primera explosión, podría, a su vez, explotar. Por lo tanto, la primera explosión puede venir seguida de una segunda explosión, que muchas veces es más devastador y profundo.
FENÓMENOS CONOCIDOS Y RELATIVAMENTE SENCILLOS que no son, sin embargo, inmediatamente fáciles de evaluar cuando las leyes y normas vigentes son ciegamente obedecidas. Para quien desea profundarse en este asunto, un caso real es descrito en un breve video disponible en el YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=Jg7mLSG-Yws (la explosión de la fábrica Imperial Sugar reconstituida por órganos investigativos). Entonces, concluyendo: la clasificación es un instrumento útil, pero continúa siendo un instrumento de apoyo. El núcleo de la cuestión debe pasar por la evaluación de riesgo.
EVALUANDO EL RIESGO DE LAS EXPLOSIONES DE POLVO.
Como ya señalamos, la cuestión es no descuidar la consideración basada únicamente en los resultados de la clasificación, sino mantenerlo incompleto. Hacer una evaluación de riesgos más amplia es importante con plena consideración de los posibles escenarios (normal, incidental y también excepcional) que pueden surgir en “una emergencia con polvo ATEX”. Un ejemplo de un incidente trivial algo vinculado con la manipulación de una bolsa grande de polvo inflamable (aditivo) del vehículo de transporte para la estantería. La bolsa ya estaba rasgada o fue dañada al ser levantada por la carretilla elevadora que hacia la descarga. De todos modos, el comenzó a liberar las partículas de polvo, creando una especie de polvareda. El conductor de la carretilla elevadora, que no recibió instrucciones específicas, actúo de acuerdo a su propio juicio y, al final de cuentas causó una explosión, afortunadamente con mínimas consecuencias a personas y objetos, pero solamente porque el incidente se produjo en una área abierta. ¿Usted puede encontrar un caso real en su evaluación ATEX? ¿Y, si usted no encuentra esa evaluación, donde podrá ser considerado dentro de la evaluación del riesgo para la seguridad y salud ocupacional?
SERÁ QUE DEBEMOS RETORNAR AL BÁSICO siguiendo un curso elemental pero válido para todos los riesgos.
• ¿Existen condiciones iniciales para crear una situación peligrosa con polvo ATEX? Traduciendo, eso significa:
• ¿Existen polvos inflamables en mi local de trabajo?
• ¿Esos polvos tienen características físicas que pueden generar un peligroso ATEX?
• ¿Ellos pueden estar presentes en cantidad suficiente (también a través del acumulo) para crear - incluso en el peor de las hipótesis - una situación peligrosa ATEX? Si todas las respuestas son afirmativas, es decir, si el peligro de polvo ATEX, puede originarse, entonces, seguimos con una verdadera evaluación del riesgo teniendo en cuenta todos los escenarios posibles que pueden llevar específicamente a este problema y teniendo en cuenta si las medidas actuales son adecuadas para:
• Prevenir la formación de atmósferas explosivas.
• Evitar la creación de atmósferas explosivas.
• Proteger los productos y personas de las consecuencias de posibles explosiones.
PARA CONCLUIR, UN PEQUEÑO JUEGO. Durante un curso de capacitación en este asunto, podríamos describir este ejemplo: mi suegra quiere preparar tallarines (típica pasta italiana) con huevos, usando 2 kg de harina, los huevos (como su nombre lo indica) y agua. Ella decidió hacer la masa en la mesa de la cocina. En ese momento, un plato con un tiempo de cocción de varias horas está sobre la cocina. La harina, evidentemente, viene en un paquete. ¿Hay un problema de polvo ATEX allí? Algo ridículo casi infantil; pero, en nuestras fábricas, es fácil de olvidarse de una hipótesis tan sencilla, o de subestimar el riesgo de explosión que puede producirse en nuestra sala de calderas o en el área de nuestro ¡co-generador! *