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Miss Liberty

Sería difícil de imaginar que al entrar en el puerto de Nueva York sin disfrutar de una fuerte emoción en ver a Miss Liberty (Señorita Libertad). Generaciones enteras de inmigrantes han visto la Estatua de la Libertad, como señal de una nueva vida y de nuevas oportunidades ofrecidas por el Nuevo Mundo. Y en todo el mundo, se ha transformado en un símbolo de esperanza y renovación.

Nico Zardo

“L(La Libertad ilumina el mundo), ese el nombre original de la Estatua de Libertad: la cual fue proyectada por el patriota francés Edouard René de Laboulaye, producida y montada en tierras francesas por el escultor alsaciano Frédéric Auguste Bartholdi. Donada por los franceses a los Estados Unidos en 1884, como una señal de amistad entre los dos pueblos en memoria al centenario de la Declaración de la Independencia Americana. La luz de su antorcha es vista a 40 kilómetros de distancia y con sus 93 metros de altura (46 metros de base) y 254 toneladas de peso, no es la escultura más alta y pesada del mundo, sin duda es la más famosa. La estatua tiene la figura de una mujer un tanto andrógeno que levanta con la mano derecha la antorcha de la libertad y con la otra mano asegura un libro con la fecha de la independencia americana (4 de julio de 1776) creada a partir de la elaboración de imágenes y de representaciones de la Revolución Francesa. Las influencias clásicas e iluministas surgían en aquellos años y acrecentaron en su elaboración; Sin embargo, existen quienes defienden que el rostro de la Estatua de la Libertad, tenga una cierta semejanza a la madre del artista, que estaba muy vinculado a la vida de Bartholdi.

AUGUSTE BARTHOLDI nació en 1834 en Colmar, Alsacia, en una familia pudiente; fue educado en Paris, donde frecuento los atelieres de artistas renombrados y luego tuvo sus inclinaciones por la escultura. Las fuentes de interés y la inspiración de su trabajo fueron influenciadas por los largos viajes que realizó a Egipto, en la casa del Nilo y en la Italia. En los muros de Pompea, él admiraba los testimonios de los antiguos misterios orientales. Además de eso, se vio atraído por los monumentos colosales de Moisés “cornudo”, de Miguel Ángel, y el monstruo en la roca “Appennino”, localizado en el parque de Vila Demidoff, en Firenze.
En el año de 1856, construyó, en la ciudad de Colmar, una estatua de bronce del General Jean Rapp.

SENSIBILIZADO POR LAS GLORIAS DEL ORIENTE, probablemente, se haya inspirado en el coloso de Rodas y en el farol de Alejandría, durante la construcción del canal de Suez, en 1869, Bartholdi propuso el proyecto de un farol antropomórfico de grandes dimensiones con un campesino egipcio (fellah) colocado sobre un pedestal y una linterna en la mano derecha, llamado “El Egipto que ilumina el Oriente”. El proyecto no convenció Ismaïl Pacha, vice rey de Egipto y la propuesta fue archivada. Retornando, se detuvo en Arona, en el Lago Maggiore, con el objetivo de admirar la estatua de 24 metros construida en una estructura de ladrillos y revestida de cobre, realizada en 1698 por Giovanni Battista Crespi y llamada Sancarlon.

PERO LA IDEA DE CONSTRUIR UNA OBRA DE GRANDE PORTE SE ESTABLECIÓ EN LA MENTE DE BARTHOLDI y la propuesta política de Laboulaye de dar forma a los sentimientos de fraternidad que unían a Francia y a Estados Unidos con una estatua que representase la libertad se convirtió en un desafío para él que no podía ser desconsiderado.Tras los acontecimientos de la Guerra Franco-Prusiana, en el cual participó como oficial de vinculo entre el comando francés y los voluntarios italianos de Giuseppe Garibaldi, él retomó su proyecto y, en su primer viaje a los Estados Unidos, entrando en el puerto de Nueva York, el 8 de junio de 1871, encontró en Bedloe’s Island (actual Isla de la Libertad) el lugar ideal para la futura Estatua de la Libertad.
Durante cinco meses viajó por toda la nación exponiendo a las personalidades influentes su grande idea, en la búsqueda de consenso y apoyo financiero para su creación.
Con la creación de la Union Franco-Américaine, en 1874, su propuesta fue oficialmente aceptada y el compromiso para la construcción de la estatua fue concretizada con la creación de dos comités: el “Comité Français”, presidido primero por Edouard de Laboulaye y luego por Ferdinand de Lesseps, con sede en Paris, y el “Comité American”, presidido por tres personalidades: William Maxwel Evart, abogado y político de Nueva York, el coronel John Wein Forney, de Filadelfia y el banquero Nathan Appleton, de Boston. El proyecto de la Estatua de Libertad fue concluida en 1875 y fue presentado en el año siguiente, en la Exposición Universal de Filadelfia. En aquel lugar, expuso el modelo natural, construido en papel maché, del “brazo que asegura la antorcha”, a partir del cual, considerando la debida proporción, se tendría una clara idea del tamaño colosal de toda la obra.

LOS TRABAJOS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA ESTATUA DE LA LIBERTAD SE REALIZÓ EN PARIS, en el número 25 de la calla de Chazelles, entre los años de 1875 y 1884. La técnica usada previa a la construcción fue de un involucro compuesto de casi trescientas láminas de cobre con espesuras variables de 0,80 a 3,00 milímetros, modelados en formas de madera, remachadas y fijadas en una estructura metálica interna.
La estatua, pesaba cerca de 254 toneladas y con una altura de 73,25 metros, incluyendo el pedestal. La altura de 93 metros, generalmente declarada, se refiere al nivel promedio del mar en la bahía de Nueva York.
En la etapa de planificación, Bartholdi, tuvo que resolver un grande problema referente a la estabilidad de la estatua, que estaba sujeta a tensiones, tanto por el peso cuanto por la exposición del viento. A partir de ese contexto, solicitó la ayuda de uno de los mejores arquitectos de la época, Eugène Viollet-le-Duc (1814-1879), quien le sugirió la adición de dobladuras a fin de aumentar la resistencia del revestimiento de cobre y para que obtener una mayor estabilidad, fue llenada de arena en la estatua hasta la altura de la cadera; además de eso, para las otras partes, él proyectó una armadura metálica.
Tras la muerte de Viollet-le-Duc durante el proyecto, un nuevo arquitecto-ingeniero, Gustave Eiffel, tomó su lugar, con mucha experiencia en construcciones de hierro innovadores. Como parte de las obras de su cartela, se encontraba el puente sobre Douro, en Porto (Portugal) y el viaducto de Gabarit, en Cantal (Francia). Él proyecto una nueva estructura de metal autosustentable, sobre el cual se suspendió las láminas de cobre que dieron forma a la escultura.

EN ENERO DE 1884 FUE REALIZADA LA PRUEBA GENERAL y todas las piezas fueron montadas en el patio del atelier Gaget Gauthier, en Paris. Hechas todas las debidas verificaciones, principalmente, de los pasajes que demoró un año entero para ser concluidas, la estatua fue desmontada y cada una de las trescientas piezas que hacían parte fue enumerada y luego empaquetada. En mayo de 1885, 70 vagones transportaron la preciosa carga para Rouen, de donde fue embarcada en la fragata Isère el 19 de junio, que triunfalmente fue recibida en Nueva York.

PERO, EL PEDESTAL QUE DEBERÍA HABER SIDO CONSTRUIDO POR EL COMITÉ AMERICANO AÚN ESTABA LISTO y los trabajos fueron paralizados por la falta de fondos. El 16 de marzo de 1885, Joseph Pulitzer, propietario del periódico World, apeló para el orgullo nacional de los americanos y lanzó una campaña de donaciones. Esa campaña, tuvo un grande éxito, finalmente, se consiguió superar ese obstáculo y el pedestal fue concluido en abril de 1886. Una vez que el pedestal fue montado, se dio inicio al montaje de la estatua y, faltando apenas cinco días para la inauguración, el último tornillo fue apretado.
La ceremonia de inauguración, se llevo a cabo el 28 de octubre de 1886, un multitud de personas juntamente con las autoridades americanas y francesas, militares, alcaldes de varios estados y veteranos desfilaron por la Quinta Avenida para luego enseguida dirigirse a los márgenes del río Hudson. En la Liberty Island, tras el discurso de las autoridades y del presidente Grover Cleveland, la estatua, cubierta con una cortina, fue finalmente ofrecida a vista de todo el público, mientras los fusileros disparaban 500 tiros y los buques disparaban una salva de tiros vacíos, delante del júbilo de la multitud que, a pesar del humo, se consiguió admirar el nuevo símbolo de la Libertad. *

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