PJL-43

Los “Tesini”, vendedores itinerantes de imágenes

Nico Zardo

Los “Tesini” vivieron en un valle al otro lado de Val Sugana, cerca de Burgo, aprox. 40 km de Trento y 80 de Padua. Las principales localizaciones, cerca de 700 metros sobre el nivel del mar, en una meseta cercada por montañas, San Pieve Tesino (local de nacimiento del estadista italiano Alcide de Gasperi), Castello Tesino y Cinto. La poca tierra disponible para cultivar impulsó a los habitantes del lugar a asumir la creación de ovejas, que les permitió la explotación del territorio hasta alturas muy elevadas en las estaciones de verano y, en el invierno, para trasladar sus rebaños hasta las planicies (¡las crónicas antiguas hablan de 90.000 ovejas!).

Ellos viajan durante meses lejos de su ciudad natal, dejando a las mujeres la tarea del hogar, de criar a los niños y de cultivar la tierra. En el siglo XVI, debido a las grandes limitaciones impuestas a los pastoreos causaron una crisis en su actividad de pastor, su hábito de viajar se mantuvo, pues ellos iban de casa en casa y a los mercados, vendiendo llaves de chispas para los mosquetes, extraídos en el valle perteneciente a la familia Gallo, de Castello Tesino.

Pero nada dura para siempre y esa actividad, también, después de casi un siglo durante el cual los Tesini habían construido una sólida “red de ventas”, experimentó una crisis causada por el progreso de las máquinas francesas, que podrían producir a costos más bajos. Y de esa forma, sólo aquellos que tenían la capacidad de evolucionar sobrevivieron, los Tesini, también, cambiaron el producto, pasando de la venta de las llaves de chispas a los materiales impresos y los libros publicados por el Remondini.

 

GIOVANNI ANTONIO REMONDINI (1634 - 1711), era un propietario de una tienda de ventas de materiales textiles, hierro y otros productos, en 1650, comienza sus actividades de impresión y publicación en Bassano del Grappa, produciendo en su mayoría parte de imágenes religiosas, usando simplemente matrices de madera (xilografía) y de cobre (grabado). Imágenes sencillas, baratos, destinados a las personas que viven en los pueblos - personas que los Tesini conocían muy bien de sus peregrinaciones a través de las ciudades y de los mercados. La fusión de los intereses entre Remondini, el editor y los Tesini - siempre atentos a las oportunidades de ganar dinero - luego se concretizó en una colaboración sólida, que duraría casi doscientos años.

Los sucesores de Giovanni Antonio Remondini, Giuseppe (1672 -1742) y Giambattista (1713-1773) continuaron la obra del fundador, ampliando las actividades de la compañía. Instauraron una escuela para entrenar técnicos de impresión calificados, compraron máquinas para fabricar papel, crearón una fundición para imprimir caracteres, aumentando el número de máquinas impresoras, en la mitad del siglo XVIII, sumaron 54, de los cuales 32, para la impresión de cobre. Más de mil personas fueron envueltas por la editora de Bassano en una producción de impresos, que se hicieron cada vez más variados e incluyeron, además de las imágenes religiosas, también los papeles de pared, los mapas, ventiladores, cartas de juego y numerosos libros. Una estructura que, por su tamaño y la capacidad de producción, era considerada una de las mayores editoras de Europa en aquellos años y siguió funcionando hasta el final de la república Veneciana.

Una pequeña parte de esta enorme producción de material impreso fue absorbida por el mercado local y el restante podía ser vendido, solamente, a través de una red de distribución extendida y capilar. Y eso fue confiado a los Tesini.

 

LA INICIATIVA EMPRESARIAL DE LOS TESINI ERA FORMIDABLE: con una caja sobre sus hombros (¡¡40 kg!!) llenas de imágenes Remondini, en consignación, más garantizadas por los bienes del vendedor itinerante, ellos comenzaron a viajar, no limitándose a las ciudades donde solían vender las llaves de chispas, pero se movieron más lejos: Francia, España, Bélgica, Inglaterra, Rusia. En aquella época para las Américas y la India. Ellos partían en el otoño y retornaban en la primavera, organizados en equipos dirigidos por la persona que tenía más experiencia o familiaridad con los lugares. Se familiarizaron con los mercados europeos. Cuando un equipo llegaba a una ciudad, ellos dividían las áreas para visitar, de casa en casa, para vender sus materiales impresos. Ampliaban progresivamente su radio de acción, atravesando lugares desconocidos, conviviendo con otras lenguas y costumbres muy diferentes de ellos, ganando la confianza de los compradores potenciales que se encontraban frente a un “moderno” vendedor de puerta en puerta de los siglos XVII - XVIII. PERO,

 

LOS TESINI NO SOLAMENTE, EJERCÍAN EL PAPEL DE VENDEDORES. Durante sus viajes, ellos recogían los pedidos y las indicaciones basados a los gustos de sus clientes: cuales eran los santos más populares en un determinado territorio y si en determinadas ciudades la representación de figuras sagradas seguía reglas o características particulares (una virgen más joven o un Santo José con una barba ligeramente más larga). Tomaban notas de las necesidades de los clientes, trayendo a los editores Remondini que producían, para esas poblaciones, imágenes “hecha a la medida” que podrían vender más fácilmente en la próxima estación. ¡Ellos inventaron la encuesta de mercado y las impresiones bajo demanda! La distancia desde Bassano - el lugar donde se producían las impresiones - condujo los Tesini a organizarse, creando depósitos estables a lo largo de sus itinerarios habituales que, con el tiempo, se transformaron en tiendas. A partir de las últimas décadas del siglo XVIII, la experiencia adquirida en la elección de los productos y el refinamiento de su sensibilidad en el campo del arte y de la cultura produjo un alejamiento progresivo de los productos populares Remondini, que fueron sustituidos por las impresiones refinadas provenientes de Inglaterra y Francia, o producidos directamente, para satisfacer a una clientela que era ahora predominantemente burguesa y urbana.

 

LAS PRIMERAS TIENDAS HOLANDESAS AL FINAL DEL SIGLO XVIII, la iniciativa dio frutos en cincuenta tiendas distribuidas por toda Europa en la mitad del siglo XIX, a menudo manteniendo los lazos de colaboración mutua. El Fietta Badalai, propietarios de tienda y editores en Francia, entre Metz y Strasbourg, se transformaron en “Fietta frères”; Pietro Tessaro, en 1808, creo el Maison d’Edition en Antwerp, activo hasta 1906; Giovanni Buffa, en Ámsterdam, en 1790, fundó una compañía para la producción de retratos, álbumes dedicados a la topografía, geología, reproducciones de obras de arte, entre los cuales el catálogo de Rijksmuseum; Severino Pasqualini se estableció en Paris y se convirtió en un editor de litografía, de 1926 hasta la Segunda Guerra Mundial. Particularmente interesante era la actividad de los hermanos Giuseppe y Giacomo Daziario, que comenzaron como vendedores ambulantes y tuvieron la capacidad de abrir tiendas grandes en Saint Petersburg, en Nevsky Prospect y en Paris, en el Boulevard des Italiens, produciendo litografías de alto valor artístico y documental.

Los cambios producidos por las dos guerras, pues en la primera mitad del siglo XX vuelto hacia arriba los destinos de Europa, no dejó espacio para el comercio itinerante, y la destrucción causada disolvió la actividad de los Tesini.

Como testimonio de su trabajo, un pequeño museo precioso fue inaugrado recientemente (www.museopervia.it) en Pieve Tesino, justamente en la casa de uno de estos vendedores de imágenes, Giovanni Buffa. Cuatro pisos exhiben documentos, materiales impresos, películas, dioramas que cuentan la historia de esos viajantes de espíritu emprendedor del mundo de las imágenes. *

 

 

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PERINI JOURNAL 43