Luca Belgero, Alessandro Mazzeranghi
Nosotros estamos hablando de un tema muy conocido, especialmente en los países de la Unión Europea, donde las directivas de productos inherentes a la Marcación CE de máquinas imponen leyes más precisas para las máquinas que son modificadas, a tal punto que estas pueden ser consideradas como nuevas. Los aspectos legales y formales constituyen una restricción, pero, para seguir rigurosamente las reglas establecidas, nos arriesgamos a perder de vista un contexto mucho más amplio. En el campo del tisú, la seguridad ocupacional pasa principalmente por la seguridad de las máquinas. Este es el motivo por el cual tratamos el tema de manera específica y asegurar la seguridad de las máquinas en las cuales los operadores trabajan es un objetivo principal de cualquier empresa, independiente de las leyes nacionales aplicables. Es una cuestión de ética, sino también de consenso común: accidentes en el trabajo perjudican el patrimonio de las competencias empresariales, desestimulan a las personas, causan crisis a la compañía.
Entonces, bajo un perfil estrictamente utilitario, son eventos que hay que evitar. Dicho eso, tenemos que enfrentar con la realidad también.
Las técnicas de seguridad están evolucionando, gracias mas a las empresas que producen sistemas de seguridad o las máquinas de producción, más que las normas, que muchas veces expresan una tecnología de última generación que parece más fruto de la imaginación que de un conocimiento concreto del campo industrial en referencia. Por lo tanto, hablando concretamente, pensar en seguir la evolución de la tecnología de última generación a través de la actualización continúa de las máquinas año tras año, innovación tras innovación es algo claramente irrazonable y ni siquiera las legislaciones más vinculadas a esto exigen tanto. Veamos por qué.
ACTUALIZAR LAS MÁQUINAS ANTIGUAS CON LA TECNOLOGÍA DE ÚLTIMA GENERACIÓN. ¿ES REALMENTE LA MEJOR OPCIÓN? Vamos considerar una máquina de conversión de rollos fabricada al final de los años de 1980 que está funcionando perfectamente, desde aquella época, ya que en el curso del tiempo, ha sido objeto de mantenimiento periódico, no obstante, sin implicar intervenciones de modernización o actualización.
Si nos fijamos en una máquina de conversión de rollo del mismo fabricante, puesta en el mercado hoy en día, veremos un producto completamente diferente, tanto en sus características cómo en su seguridad.
Utilizar la nueva máquina como referencia de tecnología de última generación para adaptar los aspectos de seguridad de una máquina que tiene más de veinte años sería irracional por dos motivos:
En primer lugar, el aspecto de la seguridad de las máquinas actuales son totalmente sustentados por sistemas electrónicos diferentes de aquellas que caracterizaban las máquinas de los años 80, y también bajo el perfil de interacción hombre/máquina, hoy existen soluciones que permiten minimizar estas y que son imposibles de hacer replicas en las máquinas antiguas sin revolucionar, mecánicamente y eléctricamente.
En segundo lugar, porque tal inversión en una máquina antigua – aunque bien conservada – no es muy sensato bajo el perfil de la gestión empresarial.Así que, la tecnología de última generación no es el modelo de referencia para la seguridad de las máquinas antiguas.
La referencia debe ser el resultado de una evaluación del riesgo concreto que mostrará los problemas de seguridad presentes y permitirá la definición de medidas técnicas y organizativas para reducir los riesgos a un nivel aceptable.
Por lo tanto, hablar de un nivel mínimo de seguridad a ser seguido, no sería éticamente correcto y/o corporativamente razonable para ignorar. Un nivel que tenemos de ser capaces de alcanzar sin intervenciones que impliquen “rediseño” de la máquina.
MODIFICACIONES SUSTANCIALES DE LA MÁQUINA Y SEGURIDAD. Comencemos por repetir que no queremos hablar sobre las leyes nacionales aquí, sino de la gestión corporativa adecuada que explora a las situaciones que pueden surgir con el fin de obtener los mejores beneficios en todos los perfiles posibles.
Así que vamos a considerar lo que ocurre concretamente cuando decidimos hacer una modificación importante en una máquina existente, una modificación que va mucho más allá del mantenimiento ordinario o extraordinario.
Cuando decidimos por la modificación, la intención es clara de ganar una ventaja competitiva. Lo que nosotros queremos hacer es adaptar una máquina existente a las nuevas demandas en lugar de comprar una nueva máquina.
Para obtener un resultado realmente importante, tenemos que intervenir en la máquina en la etapa de “diseño” en profundidad y con un nivel de invasión de tal forma que se admita la hipótesis de una renovación de algunas partes mecánicas y de muchos elementos del sistema de control.
Así que mediante la realización de esas modificaciones profundas, poniendo en cuestión la concepción de la máquina, claramente adquirimos todos los elementos y consideramos todos los aspectos relacionados, hasta mismo una mejora fuerte y radical del nivel de seguridad.
En este punto, lo que realmente tiene sentido en reconsiderar el nivel de seguridad, tomando como base la tecnología de última generación. Y para comenzar, las mejoras posibles, también implican en costos reducidos, porque van a explotar en cualquier caso muchos elementos necesarios para hacer la modificación sustancial que queremos en la práctica.
CÓMO ACTUALIZAR LA SEGURIDAD DE LAS MÁQUINAS QUE FUERAN OBJETO DE MODIFICACIONES SUSTANCIALES. Sólo un aspecto puede ser hecho cuidadosamente a fin de evitar sorpresas o complicaciones inútiles: entender lo que es importante hacer y lo que es inútil o contraproducente, en términos de actualización de seguridad cuando son hechas las intervenciones de modificación sustancial de una máquina.
Evidentemente, una máquina que ha sido sustancialmente modificada, en productividad y/o en los tipos de producciones que pueden ser hechos en ella, no es una máquina completamente nueva. Así las intervenciones, incluyendo aquellas para mejorar la seguridad, deben llegar a un acuerdo con una serie de restricciones “físicas” que no están presentes en aquellos que comienzan a proyectar una nueva máquina “desde cero”.Una estrategia atenta y precisa es necesaria, que permita distinguir lo que es indispensable de lo que es útil y de lo que no va aportar cualquier beneficio concreto. Para hacer eso, al hablar de la seguridad, no podemos proseguir solamente con una evaluación de riesgo atento y preciso y un análisis posterior de la parte técnica, sino también de organización que pueden ser adoptadas a fin de reducir el riesgo residual a un mínimo. Entonces, si son verídicas que las soluciones relacionadas a la seguridad de las nuevas máquinas presentes en el mercado son una referencia esencial y punto de comparación, de la misma forma, queda claro que al hablar de máquinas existentes, vamos tener que filtrar el razonamiento a través del instrumento fundamental de evaluación de riesgo. *