¡Una vida a colores!

Martina Giusti

Carlotta se define como artesana y no como una artista. Ella adora refinar los gestos de la técnica típica usada por los artesanos. Ella esta cercada de papel, cola y alambres y con esos materiales, crea piezas usando la técnica del papel maché, empapa los pedazos de papel en cola y luego los usa para cubrir la estructura de alambre de sus muñecos. Sus esculturas de papel son realmente especiales; todas ellas poseen algo especial. Tal vez ella usa un lenguaje universal, el lenguaje de los cuentos de hadas, eso nos hace retornar a la memoria invocando los momentos de la infancia. O tal vez porque los colores brillantes y formas redondeadas de sus esculturas son una explosión de alegría y animación.

Como segunda generación de artistas, ella heredó la capacidad de observar y el amor en hacer arte legado de su padre, annibale. Es por eso que ella siempre adoró crear. ¡Cuando era una niña, ella aguardaba ansiosamente la campana tocar de la escuela , avisando el término de las clases, iba corriendo directamente para su casa y entraba en el laboratorio construido por su padre, donde ella y sus hermanas hacían experimentos con los colores y materiales y donde los muñecos y los sueños podían tener vida!
Después de haber terminado la secundaria, ella salió de Toscana y se mudo a Milán. Allí, ella estudió en la escuela de ilustraciones editoriales, donde adquirió conocimiento profundo sobre los temas técnicos relacionados - El adiestramiento perfecto para su personalidad concreta y sólida. Al finalizar el curso, con el diploma debajo de los brazos, ella comenzó su carrera como ilustradora. Una hoja de papel en blanco y un lápiz le bastaba para crear mundos mágicos. De los libros infantiles hasta invitaciones de eventos, de calendarios ilustrados hasta mascotas para hoteles.

Pero para trabajar como ilustradora era un medio limitador para ella; había un lado creativo dentro de ella que fue desarrollada desde cuando era una niña. Ella sentía falta de la creación material y tridimensional, quería ir más allá de la hoja en blanco. Al mismo tiempo, el llamado de su Toscana, tierra natal estaba cada vez más fuerte. Y, cuando retornó a su casa, ella consiguió seguir su verdadera vocación.
Su primera oportunidad surgió en 2006-2007, cuando fue invitada a participar de una exhibición del arte contemporáneo apoyando a un evento de música clásica cerca a Pienza. Ella decidió presentarse creando esculturas y no ilustraciones. A partir de allí que nacieron sus primeras obras de papel: "I musicanti di Brema" (Los Músicos de la Ciudad de Bremen) y "La pifferaia mágica", una transposición femenina divertida del clásico "El Flautista de Hamelin", acompañada de gatos en lugar de ratones. Luego enseguida, sus esculturas llamaron la atención de un periodista de International Herald Tribune, que escribió un artículo sobre Carlotta, que le dio una visibilidad a nivel internacional.

2011 fue el año de los cambios y de reconocimiento después de años de trabajo. En agosto, Bagno Vignoni - un pequeño pueblo en el corazón de Val d’Orcia, vio el estreno de "GRAZIE", una exposición presentando sus esculturas de papel y dibujos de su padre, Annibale. GRAZIE es un tributo a las diversas figuras femeninas hecha por el padre y la hija, y también un agradecimiento a Val d’Orcia, una tierra que sirvió como punto de referencia continuo e inspiración de los dos. La exposición fue muy exitosa, que el patrocinio de Arturo Brachetti le invitó para que pudiese llevar esas mismas esculturas a Roma. Pero, para el mundo del teatro, Carlotta decidió en tomar un nuevo camino y trabajar con el tema del circo, creando esculturas tipo piruetas y que pudiesen giran para el espectáculo creado por el grande y versátil artista de Turín llamado "Ciak si gira". Entonces, el "Paper Cirkus" - una historia de éxito desde su estreno en Roma - pasó por los halls de entrada de los más importantes teatros italianos, obteniendo también una crítica de Vincenzo Mollica en su columna de arte y cultura en "Do Re Ciak Gulp". Desde esa experiencia, el éxito continuo, uno tras otro, llamando la atención de varios canales de RAI y de la prensa. Sus esculturas de papel, livianos para el material usado, pero al mismo tiempo sólidas en su forma, encantan a cualquiera uno que pase por Montalcino, que se convirtió en su hogar. Su atelier - abierto al mundo - está ubicado en la cumbre de la ciudad, donde los vecinos le ofrecen periódicos pasados, para que ella pueda preparar la mezcla y que le hacen compañía en sus largas noches de verano, mientras ella trabaja para terminar sus esculturas.

Una muestra de su arte puede ser vista pasando por elclaustro del museo eN montalcino y conociendo Nunziatina, nombre ampliamente conocido entre los bisabuelos de la ciudad, pero, para Carlotta, se transformó en un símbolo de Anunciación secular y popular. Hecha de papel y cola, la joven mujer en tamaño natural lleva un mensaje del Papa Francisco. El hecho de ser un homenaje para el nuevo Papa también es percibido por las bailarinas marrones que ella carga. Las palabras escritas en el libro que Nunziatina asegura en la mano son de un anuncio que el Papa Francisco dedicó a los jóvenes: "Estimados jóvenes, no entierren sus talentos, los dones que Dios les dio. No tengan miedo de soñar grande". Y en estas palabras Carlotta reconoció el curso de su vida. Fundamental, fue el encuentro con Alberto Cavallini, maestro, poeta y "fischettajo" (fabricante de pitos), fallecido hace poco y de quien ella se recuerda como un maestro de la vida. Gracias a él, Carlotta intensificó la magia de sus esculturas aumentando pitos coloridos hechos de arcilla. Carlotta Parisi es un volcán burbujeante de ideas, colores y creatividad. Su actividad artística pasó de crear camisetas y regalos originales para Montalcino, las esculturas cargan mensajes importantes. Su vida es un libro ilustrado con un número infinito de páginas alegremente coloridas.

Siga a Carlotta Parisi en el sitio: www.carlottaparisi.it