Nico Zardo
Libros y publicaciones son el espejo de nuestra civilización. Nuestra historia y nuestra vida cotidiana son regularmente recopiladas, documentadas y narradas en hojas de papel que registran hechos, documentos y opiniones acerca de lo que está ocurriendo en el mundo, formando una imagen compleja de nuestra existencia a lo largo del tiempo. Antes de ellas, solamente, la arquitectura, los símbolos tallados en piedra y las pinturas que sobrevivieron a la destrucción servían de testimonio para la historia que deseábamos contar.
Sin ellas, nosotros no podríamos conocer cualquier acontecimiento que haya ocurrido antes de la fotografía, el cine y la TV, más o menos hace un siglo, que se comenzó a documentar los eventos de la humanidad. "Mantener y transmitir la memoria, enseñar a través de la experiencia de los otros, compartir el conocimiento del mundo y de nosotros mismos son algunos de los poderes (y peligros) de los libros, y los motivos para temerlos y tratarlos como si fueran tesoros", escribe el autor argentino Alberto Manguel en su libro The Library at Night, (Yale University Press, 2006).
EL PODER DE COMUNICACIÓN DE LOS NUEVOS SISTEMAS DIGITALES está causando cambios importantes en estos medios de comunicación, de tal forma que muchos se están preguntando si el papel debe dar lugar a pantallas de visualización e-books y memorias hechas de silicio.
Juntos a través de una base común - papel - los destinos de los libros y publicaciones siempre se cruzaran. Muchos de ellos grandes escritores del siglo XIX - Alejandro Dumas con Los Tres Mosqueteros o Carlo Collodi con Pinocho - publicaron sus obras primas en capítulos en las revistas y que más tarde, estas se convertirían en best-sellers. Actualmente, las revistas dedican páginas enteras a libros, encontrando en las obras de ensayistas, investigadores, críticos o romancistas el estímulo para ingresar profundamente en los asuntos que dan vida a la dinámica cultural que incita la evolución de nuestras ideas.
CON LA INVENCIÓN DE GUTTENBERG, la producción de libros impresos por medios mecánicos sin duda creó una cierta perplejidad entre los copistas, que se vieron ultrajados de una actividad de hace muchos siglos. No obstante, los miedos mayores serían inculcados en aquellos que mantenían el monopolio del conocimiento que, debido a la multiplicación de textos sagrados y seculares, ahora podrían ser difundidos, favoreciendo a un progreso revolucionario del pensamiento y de la cultura. Y eso no es por casualidad que la aceleración en progreso haya sido acompañada por el florecimiento de las actividades tipográficas y, cuando las ideologías que desagradaban el poder estaban siendo combatidas, la primera respuesta de los regímenes totalitarios fue en quemar los libros , periódicos y revistas.
EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO PASADO, LA TELEVISIÓN CRECIÓ tanto en la difusión cuanto a la relación de la calidad de sus programas, parecía que el cine, los periódicos y las revistas se perderían a lo largo de los años, consumidos por el nuevo y poderoso medio de comunicación. Pues eso no sucedió: Los periódicos y revistas no solamente, sobrevivieron, sino que conquistaron un papel importante para sí mismos en los noticiarios de TV, donde el papel y éter traban un diálogo diario. La profunda evolución que envolvía al mundo occidental afectaba a los libros y revistas, creando cambios y mutaciones que ni siempre fueron fáciles de interpretar. La fuerte incidencia de los costos de producción y distribución debería enfrentar con la fuerte competencia de las ventas online que dejarían a las librerías tradicionales mal paradas, que muchos cerraron sus puertas, empobreciendo demás el paisaje urbano. Bibliotecas públicas, oprimidas por la ceguera del ahorro por los cortes lineales, no pueden comprar más materiales literarios como antes lo hacían y que están luchando para no cerrar sus puertas. Pero es interesante observar de como una contra tendencia, la revista americana Newsweek, que migró para la versión online al final de 2012, está retornando a la versión impresa en enero de 2014.
LA COMPARACIÓN ENTRE UN LIBRO O PUBLICACIÓN DE PAPEL Y DIGITAL eso es apenas una apariencia instrumental, porque, en la verdad, lo que importa es el contenido. No obstante, ahora el medio por el cual su contenido es divulgado y que tiene una grande influencia (se recuerdan de McLuhan - : ¡el medio es el mensaje!), vale la pena parar un poco y considerar las diferencias y la calidad de los dos medios de comunicación. Uno, del uso inmediato donde hay la posibilidad de tener acceso a los contenidos: Algo escrito en el papel puede ser leído en cualquier momento y en cualquier lugar, y el otro, es el formato digital - mucho más poderoso en términos de capacidad de memoria y posibilidad de difusión - exige el uso de electricidad, que muchas veces no está disponible en todo lugar. Podemos leer un libro de mil años atrás, mientras que un documento digital de 10 años atrás puede ser obsoleto para las máquinas o los programas que contamos actualmente.
Un lector digital es simple y fácil de manosear, permite el posee y el transporte fácil de una biblioteca entera; los personajes pueden ser ampliados y la iluminación de fondo que permite hacer la lectura en la oscuridad sin incomodar a las personas que estan a nuestro lado durmiendo.
Por otro lado, los libros tradicionales ofrecen el contacto agradable con el papel, la posibilidad de hacer anotaciones en las páginas y sublinear los pasajes interesantes (¡en los lectores digitales también se puede hacer eso, pero el gesto manual es otra cosa!) La búsqueda en la biblioteca es una actividad muy agradable: ella nos permite en buscar por títulos atractivos y de capas libres. Claro que, con relación a esos diferentes aspectos, todas personas tienen sus propias opiniones amadurecidas con base a la experiencia personal.
En todo los casos, una cosa cierta es que las computadoras, los móviles y todas las innovaciones digitales cambiaron profundamente nuestras relaciones con el trabajo y la vida cotidiana, la lectura de libros y publicaciones también están destinadas a cambiar, probablemente creando otros medios de comunicación. Uno de las señales más evidentes es dado por el Código QR (código de barra bidimensional) y el Código AR (Realidad Aumentada) que, a través del papel impreso, actúa como un medio para tener acceso a otros contenidos. No obstante, podemos deducir, que el digital no esta sustituyendo al papel.
El sitio de The Economist publicó algunas estadísticas que revelan, con la llegada de las computadoras, de 1980 hasta hoy el consumo mundial de papel aumentó en 50%. En Japón, un país históricamente ligado a la electrónica, 60% de los lectores no tienen interés en comprar e-books. En los Estados Unidos, las ventas de libros digitales está cayendo y en Inglaterra, dos de tres adolescentes prefieren los libros impresos "porque se disfruta más en asegurarlos" y " también puedes emprestar a tus amigos".
PERIÓDICOS Y REVISTAS ON-LINE TUVIERON MUCHAS DIFICULTADES PARA ACENTUARSE, no obstante, se han salido muy bien durante estos últimos años. La intención de proponer un servicio pago de información disminuyó sobre la idea, que todo en la internet es gratis. Pero, con el tiempo, la facilidad de uso del medio digital ha permitido en llegar cualquier parte, principalmente, quien está conectado a la Internet y con la velocidad de comunicación, juntamente con la oferta de blogueros calificados, están favoreciendo la aceptación en la idea de que las noticias pueden ser gratuitas o pagas a través de anuncios, pero un servicio de información serio e independiente es algo que debe ser pago. Periódicos y revistas online, inicialmente tenían la intención de ser la traducción de publicaciones impresas en papel para la internet, pero con el tiempo, su particularidad madureció, modificando la forma de comunicación. El uso de la palabra escrita que fue divulgada sin límites, fue reducida sustancialmente, en tamaños de mensajes: no solamente el SMS y el Twitter nos obligan a ser concisos, no obstante la información y los conceptos son cada vez más transmitidos a través de textos breves, fotos, videos, gráficos, ideogramas que encuentran en la comunicación digital su instrumento más eficaz y "natural".
ADEMÁS DE CONTAR CON VERSIONES ONLINE, EN LOS úLTIMOS AÑOS, PERIÓDICOs Y REVISTAS TRADICIONALES AMPLIARON SU OFERTA EDITORIAL ofreciendo libros, películas y gadgets. Ellos crearon sus propias redes de TV, para poder establecer una armonía privilegiada con el lector, tratando de construir una relación de lealtad que podría crear bases sólidas para las ofertas comerciales. Aquellos que un día fueron apenas medios de comunicación se transformaron en áreas conglomeradas que pueden orientar las preferencias y opiniones de sus lectores.
Los grandes innovadores del valle del silicio últimamente están transmitiendo señales de gran interés en la información y en el papel impreso. Pierre M. Omidyar, fundador de eBay, está invirtiendo US$ 250 millones de dólares en la creación de un sitio de noticias innovador, y dio la tarea al periodista Glenn Greenwald, que hizo famoso al revelar las vicisitudes del "Datagate" en el periódico inglés The Guardian. Laurene Powell Jobs, viuda de Steve Jobs, decidió invertir en Ozy Media, un emprendimiento periodístico. Chris Hughes invirtió el dinero que gano con el Facebook en la compra de New Republic, y si el gigante de la Old Economy, Warren Buffet, adquirió 63 periódicos locales en los últimos meses, podemos suponer que la información digital y el papel impreso pueden ganar nueva vida. Otra indicación importante de cambio de rumbo viene del dueño de Amazon, Jeff Bezos, que gastó U$S 250 millones en la compra de Washington Post, que estaba teniendo problemas financieros. Una jugada que presupone planes de lanzamiento para el periódico americano. No sabemos aún si los libros y publicaciones serán entregados por drones (equipos automáticos y programados), declaró Bezos, pero estamos felices por la idea de que el digital puede dar una nueva vida al papel y a la cultura.